BANCO DE SEMILLAS NATIVAS: PATRIMONIO CULTURAL DE UNA NACIÓN

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Medio: Diario El Nuevo Liberal
Fecha: 23 05 2016

Diez familias hacen parte del proyecto encaminado a la protección de semillas originarias en el municipio de Caldono.

La organización funciona como reservorio de semillas y conocimiento.

Todas las semillas se distribuyen entre los miembros del grupo.

Todas las semillas se distribuyen entre los miembros del grupo.

Variedad de granos de hortalizas son cosechados especialmente en estas granjas.

Variedad de granos de hortalizas son cosechados especialmente en estas granjas.

A través de intercambios, inventarios y muestreos, 60 variedades de semillas agrícolas de maíz, fríjol, amaranto, chachafruto, arroz, entre otras, son conservadas por la Red de Guardianes de Semillas: un equipo integrado por diez familias asentadas entre Piendamó y Caldono- lo que ellos llaman el Nuevo Cauca-. El proyecto comenzó a desarrollarse en el 2012, cuando Cynthia Osorio Torres, Economista Ambiental de la ciudad de Bogotá, y su esposo Denis Güasco, de origen Francés, tuvieron la idea de recuperar, proteger e investigar las variedades de semillas existentes en la región- algunas a punto de desaparecer-, y mantenerlas en reserva en las fincas de sus asociados.

Fundación de la Red

La Red de Guardianes fue creada en el 2002 por nariñenses y ecuatorianos con un enfoque agroecológico, autónomo, y bajo un modelo de organización horizontal, es decir, sin niveles jerárquicos. Con el tiempo el grupo se disolvió dando lugar a nuevas redes en varias regiones de Colombia y Ecuador, que han mantenido vigentes los principios y lineamientos del modelo inicial.

En el Cauca esta idea se fue implementando gracias al acercamiento de Cynthia con coordinadores de algunas redes que operan en el país, sumado al conocimiento adquirido en Francia y España- países donde tuvo la oportunidad de vivir hasta el año 2008-, donde comunidades autónomas dedicadas a la agroecología, fueron conscientes de la importancia de no emplear agroquímicos ni semillas transgénicas en los cultivos porque consideran generan dependencia y contaminación. En Francia- aclara- existen leyes restrictivas al respecto, mientras que en otras partes se imparten multas a quienes emplean semillas sin patente.

La Red se encarga de recuperar, proteger e investigar las variedades de semillas existentes en la región- algunas a punto de desaparecer-, y mantenerlas en reserva en las fincas de sus asociados.

En la actualidad esta organización trabaja conjuntamente con algunas entidades agroecológicas suizas y francesas que defienden los procesos limpios, y se dedican a la recuperación de semillas. Según ella: “De estos países hemos traído y compartido algunas semillas de hortalizas con garantía de calidad para hacerles un proceso de adaptación, porque la mayoría que se consiguen en Colombia son las ´híbridas F1´, que son creadas en laboratorio donde se hace el cruce entre dos variedades diferentes, y son dependientes de productos químicos los cuales, al parecer, envenenan tanto al producto como al campesino, y les crean dependencia”.

Banco de semillas

Este grupo cuenta con un muestrario- una especie de casa de semillas ambulante, manifiesta Cynthia-, y un incipiente archivo que contiene la caracterización de algunas semillas- hasta el momento de solo cinco- que cada uno de los guardianes almacena en su vivienda, pero que con la colaboración y el aporte de todos esperan agilizar: “Una de las riquezas que tenemos en el grupo es que contamos con Arcadio, de la Vereda Campoalegre, quien desde pequeño ha estado relacionado con las semillas; así como Maricela, quien gestiona la Casa de Semillas y conoce mucho del tema”.

Esta Red también trabaja mancomunadamente con asociaciones del municipio, con quienes en el 2015 conformaron la Casa Comunitaria de Semillas en la Vereda Siberia, del municipio de Caldono.

Fincas productivas

Cada finca de estas diez familias funciona como un proyecto de vida personal, donde ponen en práctica todos los conocimientos teóricos adquiridos sobre agroecología y modelos de gestión alternativa, como lo hace esta Economista y su esposo en su Finca ubicada en la Vereda Los Quingos, por lo que también se han dado a la tarea de realizar un inventario de todas especies forestales que cada uno posea en su parcela.

Así mismo, la producción y conservación de semillas nativas, naturales, es vista como una alternativa económica, un potencial de venta- expresa-, teniendo en cuenta que muchas están desapareciendo y otras no logran germinar, lo cual podría mejorar los ingresos de los integrantes del grupo.

Las semillas y su importancia

En la actualidad esta organización trabaja conjuntamente con algunas entidades agroecológicas suizas y francesas que defienden los procesos limpios, y se dedican a la recuperación de semillas.

Comenta Cynthia que en el 2015 se lanzó una alerta en el departamento de Nariño por la presencia de maíz transgénico en los cultivos, por lo que la Red decidió junto al Grupo de Investigaciones para el Desarrollo Rural de la Universidad del Cauca, y el Centro de Investigación, Promoción e Innovación Social de la Caficultura Caucana, realizar un Foro para resaltar la “importancia de las semillas nativas y criollas como patrimonio de los pueblos y los riesgos de contaminación por transgénicos”.

El evento tendrá lugar el próximo sábado 28 de mayo a las 8:30 del día en el Colegio Guillermo León Valencia del corregimiento de Pescador, con el fin de reflexionar y plantear respuestas concretas en defensa de la libertad y soberanía alimentarias con autoridades municipales, indígenas y representantes de la sociedad civil, ya que los transgénicos no solo generan problemas económicos y de salud- continúa-, sino que además afecta al medio ambiente: “En la India ha habido más de 300 suicidios porque a los cultivadores de algodón les expropiaron sus semillas nativas y debieron adquirir las transgénicas de Monsanto que por ser costosas, no tuvieron con qué pagar pues, una vez la gente entra al sistema que se hace a través de contratos y patentes, no pueden dejar de producirlas, por lo que este mecanismo está empobreciendo a la gente. En el Huila, Germán Vélez realizó un estudio que cuenta la problemática que vivieron muchos campesinos que quedaron arruinados por cultivar algodón transgénico”.

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