Principios Orientadores

Inicio » La entidad » Principios Orientadores

Financiación de proyectos orientados al fortalecimiento de la capacidad de las comunidades locales
Financiación de proyectos orientados al fortalecimiento de la capacidad de las comunidades locales

La Corporación NASA KIWE fue creada por el Estado colombiano con el encargo de coordinar las actividades de los distintos organismos públicos, orientadas a apoyar el proceso de recuperación de la zona afectada por el terremoto del 6 de junio de 1994 y sus efectos colaterales. Aunque no asume las responsabilidades que les corresponden a los distintos organismos del Estado en sus campos de acción específicos, puede ejecutar directamente o mediante convenios interinstitucionales, acciones de reconstrucción, desarrollo sostenible, adquisición y recuperación de tierras de las comunidades afectadas, cuando las circunstancias lo exigen.

Los recursos de inversión de la Corporación NASA KIWE se utilizan en la financiación de proyectos orientados al fortalecimiento de la capacidad de las comunidades locales para garantizar su desarrollo sostenible en el largo plazo.
Como objetivos principales la Corporación se ha fijado los siguientes:

  1.  Coordinar en asocio con la Dirección de Gestión del Riesgo para la Prevención y Atención de Desastres, DGRPAD; el diseño y ejecución de un Plan General de Recuperación y Desarrollo Sostenible de la Zona Afectada.
  2. Garantizar la participación de las comunidades y fortalecer su capacidad de decisión y la de sus instancias representativas en las distintas etapas del desarrollo del Plan, respetando la diversidad étnica y cultural existente en la zona.
  3. Asignar de acuerdo con el Plan General de Recuperación y Desarrollo Sostenible de la Zona Afectada, los recursos de donación que con destino a la zona se canalicen a través del Estado colombiano en sus distintas agencias e instancias. Dineros que administrará bajo la modalidad de mandato o fiducia (conforme a la voluntad del donante) sin que éstos entren a formar parte del presupuesto nacional o de su patrimonio.

Plan General de Recuperación y Desarrollo Sostenible de la zona afectada

Plan General de Recuperación y Desarrollo Sostenible de la Zona Afectada
Plan General de Recuperación y Desarrollo Sostenible de la Zona Afectada

El Plan General de Recuperación y Desarrollo Sostenible de la Zona Afectada, es una construcción colectiva de la que participan instituciones del Estado, entre ellas el Ministerio del Interior y de Justicia, el Ministerio del Ambiente, el Departamento Nacional de Planeación; organismos no gubernamentales nacionales e internacionales, universidades públicas y privadas, agencias e instituciones no pertenecientes al Gobierno de Colombia, que ejecutan o planean acciones en la zona con objetivos similares o complementarios a los de la Corporación.

Se basa en el Estudio de Zonificación de la Cuenca del Páez y Zonas Aledañas, elaborado por el Ministerio del Ambiente, la Corporación NASA KIWE, la Dirección de Gestión del Riesgo para la Prevención y Atención de Desastres, DGRPA; con el concurso de INGEOMINAS y de otras entidades pertenecientes al Sistema Nacional del Ambiente, SINA, y al Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres. Zonificación que respeta la propiedad de los resguardos indígenas sobre aquellas áreas destinadas exclusivamente a reservas forestales o cuya recuperación depende de procesos de sucesión natural de largo plazo con o sin intervención humana.

El Plan busca la protección y recuperación de la biodiversidad e integridad de los ecosistemas tanto de la zona afectada como de los territorios de reubicación de las comunidades desplazadas, con énfasis en el manejo adecuado de páramos, bosques nativos, lagunas y fuentes de agua, puesto que la Corporación NASA KIWE reconoce los vínculos estrechos y mutuamente dependientes e inseparables, entre la identidad cultural y la biodiversidad e integridad de los ecosistemas que las comunidades ocupan.

Con un enfoque en los procesos, el Plan determina igualmente los distintos productos que se esperan obtener de cada uno de ellos, ya sean físicos o económicos, o que contribuyan al fortalecimiento de procesos de organización, capacitación, y en general, de crecimiento humano individual y colectivo, respetando la diversidad de ecosistemas, etnias y culturas presentes en la zona afectada.

El diseño participativo del Plan General, se constituye en un objetivo de recuperación y desarrollo sostenible en sí mismo. En tal sentido las distintas etapas que llevaron a obtenerlo son entendidas como parte del proceso central de recuperación y desarrollo de la zona afectada. Así mismo las acciones emprendidas enfocadas a la recuperación y desarrollo sostenible, se entienden simultáneamente como procesos de educación y como procesos de concertación entre los distintos actores presentes o que intervengan en la zona.

Como procesos de educación propiciarán los diálogos entre saberes académicos y tradicionales, entre funcionarios públicos y miembros de organizaciones no gubernamentales, entre instituciones del Estado y autoridades locales o tradicionales, entre imaginarios y cosmovisiones aparentemente irreconciliables. Como procesos de concertación reconocerán la diversidad y complejidad de los actores, intereses y conflictos existentes en la zona afectada y sus alrededores, y propiciarán la negociación pacífica de los mismos a través de la concertación y del diálogo.

La participación de las comunidades en estos procesos que conlleven a la recuperación ecológica, económica, social y cultural de la zona afectada, que demandan así mismo la construcción de una nueva relación entre las mismas y los ecosistemas, es fundamental en el logro del objetivo final de mejorar su calidad de vida.

Proceso de reubicación

Las comunidades contarán con la asesoría y con los recursos necesarios hasta alcanzar su reasentamiento definitivo.
Las comunidades contarán con la asesoría y con los recursos necesarios hasta alcanzar su reasentamiento definitivo

Cuando las condiciones ambientales lo permitan, se privilegiará el retorno de las comunidades desplazadas a sus lugares de origen o a lugares cercanos, previa realización de un estudio detallado de las condiciones de riesgo para garantizar su seguridad dentro de lo posible. Las comunidades contarán con la asesoría y con los recursos necesarios hasta alcanzar su reasentamiento definitivo.

En lo que se refiere a la reubicación de las comunidades afectadas, la Corporación NASA KIWE ha sido clara en afirmar que debe tenerse especial cuidado en evitar el reasentamiento de comunidades con fines de vivienda (especialmente agrupada) en las zonas de riesgo por deslizamiento o avalancha. De igual manera comparte la afirmación de que en la mayoría de los lugares no habitables, no solamente son posibles sino necesarias las prácticas de cultivo con un adecuado manejo de suelos y de aguas, como una forma de ayudar a sanar y a estabilizar los ecosistemas afectados y de evitar nuevos desastres.

Con el ánimo de evitar la dispersión de los recursos destinados a la recuperación de la zona afectada, la adquisición de tierras por fuera de la misma tendrá como objetivo garantizar a las comunidades desplazadas, condiciones básicas de existencia que les permitan reiniciar una nueva vida en territorio propio y, simultáneamente, acompañar a la zona afectada mientras sana. En sus aspectos científicos, técnicos y culturales, ese acompañamiento se concertará entre los cabildos, los Walas o “médicos tradicionales”, la Corporación NASA KIWE, las organizaciones no indígenas (si fuere del caso), los gobiernos locales y los organismos gubernamentales y no gubernamentales que forman parte del Sistema Nacional del Ambiente.

El territorio destruido por los efectos del sismo seguirá siendo de propiedad de los respectivos resguardos y en consecuencia las tierras de reubicación tendrán el carácter de complementarias.

La Corporación evitará en lo posible reubicar a las comunidades en zonas en donde existan conflictos previos por la tenencia de la tierra y se privilegiará la negociación voluntaria y concertada de los predios sobre la expropiación administrativa. Así mismo, se buscará que el asentamiento de las comunidades en sus nuevos territorios conlleve beneficios para los vecinos de la zona (apertura de vías, mejoramiento de la infraestructura de salud y educación, etc.) como un elemento en favor de que las comunidades sean bienvenidas en sus nuevos territorios.

La selección y adquisición de las tierras para la reubicación de las comunidades desplazadas, tendrá en cuenta la ausencia de riesgos de origen natural (deslizamiento, avalancha), de riesgos ambientales (riesgo de deterioro de ecosistemas críticos como consecuencia de la asentamiento de nuevas comunidades) y de riesgo social.

Sostenibilidad de los procesos

Rehabilitación y desarrollo sostenible.
Rehabilitación y desarrollo sostenible.

Las acciones adelantadas durante la emergencia por las instituciones públicas y privadas pertenecientes al Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, así como por parte de las agencias internacionales presentes en la zona de desastre, constituyen los cimientos sobre los cuales se soportan las siguientes etapas: rehabilitación y desarrollo sostenible. En la etapa de transición se ha pretendido que los apoyos que reciben las comunidades afectadas se conviertan en insumos para los procesos de autogestión comunitaria que deben caracterizar las nuevas etapas.

Una vez los procesos en marcha conlleven a la recuperación de la zona de desastre y al desarrollo sostenible de las comunidades afectadas, cumpliendo así con los objetivos para los cuales fue creada, la Corporación NASA KIWE confía en que las instituciones con jurisdicción sobre la zona, los gobiernos locales y las comunidades con sus organizaciones y sus autoridades civiles o tradicionales, reasuman totalmente y como parte de su actividad normal la gestión de esos procesos. Se aspira a que los lineamientos del Plan General de Recuperación y Desarrollo Sostenible de la Zona Afectada se incorporen a los planes municipales y que las comunidades se apropien de ellos, como facilitadoras en la construcción de una cultura participativa y democrática, la consolidación de la diversidad cultural y étnica; el respeto a las diferencias y particularidades, y aporten en el mejoramiento de su calidad de vida y las relaciones de la comunidad con el entorno.

Resulta igualmente fundamental que el componente de prevención de desastres (con aplicación concreta a las características de la zona) se incorpore a todos los planes gubernamentales y comunitarios y que a través de la educación formal y no formal entre a formar parte de una nueva cultura de convivencia mutuamente armónica entre la comunidad humana y el ambiente que la circunda.

Ir al contenido