La Guerra está en tregua

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Medio: El Nuevo Liberal
Fecha: 22 03 2015

Dos meses después de que las Farc declaran el cese al fuego unilateral, un informe publicado esta semana por el Cerac, indica que los ataques a la población civil y contra la fuerza pública se redujeron a cero. Comunidades celebran resultados del cese unilateral de las Farc, pero convocan a cumbre el próximo miércoles en Caloto para exigir el cese bilateral.

Dos meses después de que las Farc declararán el cese al fuego unilateral, un informe publicado esta semana por el Cerac, indica que los ataques a la población civil y contra la fuerza pública se redujeron a cero.

Dos meses después de que las Farc declararan el cese al fuego unilateral, un informe publicado esta semana por el Cerac, indica que los ataques a la población civil y contra la fuerza pública se redujeron a cero.

Esta semana el Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, afirmó que los recientes enfrentamientos entre la fuerza pública y las Farc en el Cauca no representan una violación de la tregua unilateral ofrecida por la guerrilla el 20 de diciembre del año pasado, pues, según el Ministro, no se han presentado “emboscadas directas a las tropas o ataques a la infraestructura”.

Sin embargo, los hechos que ocurrieron el pasado lunes 16 de febrero, en la vereda Carpintero, municipio de Caloto, donde la fuerza pública se enfrentó con guerrilleros del sexto frente de las Farc, quedando la población en medio de fuego cruzado, abrió nuevamente la discusión de la necesidad del cese bilateral de la guerra.

De hecho, el próximo miércoles 25 de febrero, la Comisión de Paz del Congreso de la República, organismos internacionales, comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes, se reunirán en Caloto para hacer un balance del cese al fuego de las Farc, y de paso, exigir al gobierno que el cese de hostilidades sea bilateral.

La presión de las comunidades se puso de ese tamaño, a raíz de las declaraciones que hizo el general del Ejército Jaime Lasprilla, quien señaló, según varios medios de comunicación que: “se han vuelto reiterativos los casos en que comunidades indígenas se oponen a operaciones de las Fuerzas Militares de tal manera que hasta han impedido la captura de guerrilleros, por lo que el oficial pidió a la Fiscalía y a la Procuraduría que se judicialicen a quienes promueven estas situaciones. El caso más reciente, según Lasprilla, ocurrió en zona rural del municipio de Caloto, donde las tropas tuvieron que entregar a un sector de la comunidad indígena cuatro presuntos guerrilleros capturados en medio de combates”.

Estas acusaciones fueron denunciadas públicamente por la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), expresando que “se suman a las constantes amenazas que los actores armados hacen a nuestro pueblo. Recordamos que en el norte del Cauca tenemos 259 indígenas amenazados, solamente la semana pasada la gobernadora del Resguardo Indígena de Huellas, Caloto Margarita Hilamo recibió un ultimátum de 72 horas para salir del territorio, con ella: Ilder Meza, Abel Coicué, Luis Carlos Cruz, Ana Deida Secue, José Hilamo, Arcadio Escué, Giovanni Yule y Alicia Acosta fueron declarados objetivo militar por parte de las Águilas Negras”, dice el comunicado.

En medio de esta controversia que ha llevado a las organizaciones sociales a exigir nuevamente el cese bilateral, cabe hacerse dos preguntas: Si las Farc han parado su accionar bélico, ¿Quiénes están matando a los líderes sociales y qué efectos ha tenido el cese unilateral de esta guerrilla en el Cauca?

Las respuestas podrían encontrarse en un informe que publicó esta semana el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), quien afirma que las Farc han cumplido totalmente el cese unilateral en todo el país, y particularmente en departamentos como el Cauca. Según el análisis, el grupo guerrillero no ha realizado ninguna acción ofensiva en contra de la fuerza pública, la infraestructura o la población civil, tal como lo reconoció el pasado martes el Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

Según este Centro de Investigación, citado durante los últimos días por medios de comunicación nacional, a pesar de que el conflicto sigue vivo está en mínimos históricos de acuerdo con los registros que tiene CERAC desde 1984.

Así las cosas, en estos dos meses se han presentado once combates entre la Fuerza Pública e integrantes de los grupos de conflicto: nueve con las Farc, uno con el ELN y uno con grupos de exparamilitares. En el marco de estos combates cuatro guerrilleros de las Farc han muerto. La Información de la mayoría de estas confrontaciones no es detallada, pero tampoco especifica si se ha presentado iniciativa de alguna de las partes. “Sí existe información de que algunos combates se han dado de manera fortuita por encuentros de la fuerza pública con las Farc”, como ocurrió el pasado lunes en el municipio Caloto.

En estos dos meses, el CERAC también reporta un incremento en los atentados de Los Grupos pos Desmovilización Paramilitar (GPDP), los cuales realizaron quince acciones violentas, dos asesinatos y trece amenazas de tipo político o colectivo en el país. En estos hechos, se registra la muerte de un líder social y un funcionario público del Cauca: el 9 de diciembre de 2014, en la vía que de Popayán conduce al municipio de Puracé fue muerto por sicarios Elkin Darío Mompotes, quien se desempeñaba como presidente de la Empresa Minera Indígena; y el 15 de enero de este año se presentó el asesinato de Emiro Medina Velasco, Jefe de la Oficina Jurídica Municipal de Caloto.

Así las cosas, estas cifras en relación a los diálogos de paz que se desarrollan en La Habana, las Farc ha logrado, según el informe, “hacer una demostración de capacidad de control que evidencia que es posible reducir su violencia por decisión, haciendo difícil la situación en materia de acciones contrainsurgentes para la Fuerza Pública”.

Así mismo, se concluye que las Farc han reducido en su totalidad los ataques a la población civil y a la infraestructura, y reducido sustancialmente acciones violentas contra objetivos de tipo económico (como buses, camiones y establecimiento de comercio y producción); y además, puntualiza el informe, que la gran mayoría de víctimas y acciones de combate corresponden a eventos del ELN y a víctimas de minas antipersona.

El conflicto en los dos años de negociación en La Habana

Una de las conclusiones generales del reciente estudio del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, es que durante estos dos años de negociaciones con las Farc el conflicto se agudizó. De un lado, se dice que hay un fuerte escalamiento de acciones violentas y más combatientes han caído. Mientras tanto, según el Cerac, se ha reducido sustancialmente la violencia contra la población civil y la infraestructura.

No obstante, estas cifras comparadas con años anteriores a las fases de exploración y negociación entre el gobierno y las Farc, el pico más alto en los últimos 15 años se registró en 2003 cuando las acciones unilaterales de las Farc en el gobierno de Álvaro Uribe ascendieron a más de 850 (Ver gráfico). Tomando como punto de partida ese registro en el gráfico se puede evidenciar dos cosas: que durante ese mismo gobierno las acciones de la guerrilla en todo el país nunca bajaron de 250, y que en el gobierno de Juan Manuel Santos, la curva muestra una tendencia a disminuir, aunque el pico más alto se haya presentado durante las negociaciones, a mediados de 2013, cuando las incursiones unilaterales por parte de las Farc llegaron a más de 500.

Así, por ejemplo, el pico más bajo de ataques de las Farc en los últimos 15 años, se registró al inicio de la etapa de negociación cuando se reportaron cerca de 200 acciones. No obstante, estas nuevamente se fueron incrementando hasta llegar el 20 de diciembre del año pasado a un promedio de 350 ataques por parte de esta guerrilla.

Ahora bien, al comparar las cifras durante la fase de negociación del proceso de paz entre las Farc y el Gobierno Nacional (que inició el 18 de octubre de 2012), se ha evidenciado un aumento sustancial de acciones violentas que crecen un 28%, con respecto de la fase exploratoria (del 6 de septiembre de 2010 al 17 de octubre de 2012).

Según el CERAC, durante esa fase exploratoria las Farc redujeron su actividad: frente al periodo equivalente inmediatamente anterior a esa fase (18 de octubre de 2008 hasta el 25 de enero de 2011) las acciones decayeron un 36% menos. Y reitera el informe: “así, si bien el conflicto sí ha crecido en violencia, en gran parte esto se debe a la relativa calma que tuvo durante la negociación del acuerdo base”.

De todas maneras, Cauca, Antioquia y Nariño, concentran las acciones violentas, y además en estos departamentos, es donde más creció el conflicto. De acuerdo con el informe, mientras que durante la negociación se han presentado 177 acciones en Cauca, 153 en Antioquia y 74 en Nariño, en la fase de exploración se registraron 151 en Cauca, 87 en Nariño y 75 en Antioquía. Asimismo, en la fase de negociación, explica el CERAC, se observa también un aumento significativo de acciones en el departamento del Putumayo (99) ubicándolo en el tercer lugar de los departamentos con mayor número de acciones del conflicto.

Finalmente, durante estos dos meses de cese al fuego unilateral por parte de las Farc, es válido reiterar que según este análisis del Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto (CERAC), no se ha registrado ningún evento violatorio del cese al fuego cuya responsabilidad pueda ser atribuido a este grupo guerrillero.

Y, por último, concluye el informe publicado el jueves pasado, “que la violencia contra la infraestructura y la Fuerza Pública haya arreciado durante la fase de negociación (antes del 20 de diciembre de 2014), explica el deterioro en términos de la percepción de la inseguridad asociada al conflicto, que se ha presentado durante este periodo. Por el contrario, las mejoras en la seguridad para las comunidades y la población civil en general, como producto de una menor actividad de tipo terrorista por parte de las Farc, no ha generado un correspondiente sentimiento de mayor seguridad en la ciudadanía”, a pesar de que en los sectores rurales del Cauca celebren el cese unilateral y exijan el bilateral del fuego.

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